He dicho.
Cosa irónica, si pienso que se va justo cuando comienzo con... bueno, esto. En fin, puede que disfrute burándose de mí, que le vamos a hacer. Quizás un día de estos reciba una carta de ella desde Fiji o Buzios... ¿y que le voy a decir? Tiene derecho a descanzar también, la pobre.
Prólogo. Muy bien. Cuando decidí hacerme este blog -que estaba en mi cabeza desde hacía como un año y un día de pura casualidad vino y se creó solo- estaba pensando en los miles de diarios de vida que tengo guardados por ahí en un cajón en mi pieza. Tengo que admitirlo, nunca he sido buena escribiendo diarios; más que nada porque se me olvida, o no tengo tiempo, o todas las anteriores. Pero encontré uno de estos diarios, que si había conseguido escribir un poco -en realidad, más de la mitad, y eso es meritorio-, y lo leí. Y entonces comencé a recordar cosas que de otro modo definitivamente no hubiera podido, cosas importantes, para la yo de hoy, y la de hace casi 7 años atrás. Y entonces fue cuando me dije: "Hey, escribir estas cosas fue útil, después de todo. Quizás no en ese entonces, pero ahora sí. Debería comenzar a hacerlo de nuevo." Pero en mi interior sabía, como sé ahora, que mi falta de constancia
So, helo aquí. El ático de la Luna. Por supuesto, no pienso escribir cosas en plan tan privado como en un diario; pero sí algo que me ayude a recordar cosas importantes para mí, que, a pesar de ser importantes, mi estúpido subconciente se lo guardaría para si mismo en mi memoria remota. Estúpido subconciente.
Martín, te debo algo más literario, lo sé. Pero creo dejé claro el asunto en un comienzo. Cuando vuelva la musa... ahí veremos.
*o*
ResponderEliminarTengo ganas de hablar contigo...
Por cierto, ¡me ha gustado mucho la entrada!
Y muy bonitos los banners, ¡la cabecera está muy bonita!
Lo siento por no contestarte antes...
En fin, ¡ya hablamos! (ojalá...)
PD: ^o^