domingo, 28 de marzo de 2010

Murphy.

["Si algo puede salir mal, saldrá mal."]

Pobre Murphy. Cuánta gente lo detestará o culpará injustamente por los infortunios que su frase lanzada al azar predijo. Si tan sólo hubiera logrado que la -o lo- tomaran más en serio. Ahora en vez de ser recordado como el intrépido ingeniero que jugaba con cohetes como si fueran avioncitos de papel, la gente sólo se digna a mencionarlo cada vez que la vida le juega una mala pasada. Supongo que eso también es Ley de Murphy, para Murphy. Pobre, pobre Murphy.



     [Después de todo, no es su culpa que la probabilidad de que una rebanada de pan untada de mantequilla caiga con el lado de la mantequilla hacia abajo sea proporcional al precio de la alfombra. Maldito Murhpy.]

sábado, 13 de marzo de 2010

Her morning elegance.



Sun been down for days,
a pretty flower in a vase;
a slipper by the fireplace,
a cello lying in its case.

Soon she's down the stairs,
her morning elegance she wears.
The sound of water makes her dream
awoken by a cloud of steam.
She pours a daydream in a cup,
a spoon of sugar sweetens up

And she fights for her life
as she puts on her coat.
And she fights for her life on the train,
she looks at the rain
as it pours.
And she fights for her life
as she goes in a store,
with a thought she has caught
by a thread;
she pays for the bread
and she goes...
Nobody knows.

Sun been down for days,
a winter melody she plays.
The thunder makes her contemplate,
she hears a noise behind the gate;
perhaps a letter with a dove,
perhaps a stranger she could love.

And she fights for her life
as she puts on her coat.
And she fights for her life on the train,
she looks at the rain
as it pours.
And she fights for her life
as she goes in a store,
with a thought she has caught
by a thread;
she pays for the bread
and she goes...
Nobody knows.

And she fights for her life
as she puts on her coat.
And she fights for her life on the train,
she looks at the rain
as it pours.
And she fights for her life
where people are pleasently strange
and counting the change.
And she goes...
Nobody knows.  

☼                                                 

jueves, 11 de marzo de 2010

Sinfonía.

Todos somos como músicos que forman parte de una extraña orquesta, pienso yo.

En ella, nadie sabe de que va la obra final, y cada cual va componiendo su propia melodía, improvisando como puede con el instrumento que le ha tocado. Intrumentos vibrantes, como la guitarra, melancólicos cual violín, profundos como el oboe, tan versátiles como un piano.

Y las composiciones... oh, las composiciones pueden ser gráciles y precisas como un minueto, o poseer una étera tristeza de nocturno; tener el entusiasmo y energía de un rock, ser tan breves y contradictorias como una rapsodia, dulces como una balada, cantar con la alegría de una marcha, o ser tan grandiosas como una ópera. O quizás, todo eso a la vez.

Pero como nadie nos ha enseñado a tocar debidamente nuestro instrumento, debemos aprender solos; probablemente en algún momento perderemos el ritmo, y desafinaremos demasiadas veces como para poder contarlas.
No importa.

Porque al final, es el Gran Director quien nos guiará para tocar nuestra pieza única y personal, tal como nosotros la escribimos, pero complementándola con todas las demás melodías creadas, permiténdonos tocar todos juntos en una maravillosa armonía...
Creando así la eterna, palpitante y perfecta música del Universo.

•                                             •                                             •


 Más vale tarde que nunca, dicen por ahí. Pero lo prometido es prometido, aunque yo tenga la mala costumbre de llegar tarde a todos lados. Este es mi pequeño regalo, quizás simple, pero salió del corazón alma. Y especialmente para tí. Admiro tu fuerza, hermano, te quiero mucho. Y recuerda siempre que la vida es una sinfonía.

                                                                                                             Gracias por tu melodía, Miguel ♥. (: