jueves, 21 de abril de 2011

Inocente hasta que se demuestre lo contrario.

Me carga la gente que piensa que se las sabe todas y reparte culpas a diestro y siniestro. Que disparan, y luego preguntan. Y a veces ni eso. Me desespera que olviden que detrás de cada persona, de cada situación, existen un sinfín de explicaciones, causas y posibilidades, que nadie nunca puede dar completamente por sentadas. Más aún: detesto que esperen siempre lo peor de las personas. Sobre todo, cuando no les dan siquiera la oportunidad de defenderse.

Por mi parte, escojo esperar con fe lo mejor de las personas, aunque corra el riesgo de llevarme una decepción muy a menudo. Qué lata estar a la defensiva siempre. Y para los que me tachen de crédula, mis razones tendré para creer en alguien; puedo ser confiada, pero no soy ciega. En todo caso, prefiero pecar de ingenua que vivir desconfiando de una sonrisa.

3 comentarios:

  1. Algunas personas tenemos suficiente con nuestros errores, es difícil ignorar al miedo, sostengo que la desconfianza a las personas nace de la inseguridad individual.

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  2. Sii, exacto, me cargan >=( asdfa, somos tan nibipam

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...¿QUIÉN NO TOMARÁ PLUMA, ANTE LA LUNA DE HOY?